El MIT ha desarrollado una tecnología pionera que aprovecha las ondas WiFi para detectar movimientos y objetos ubicados detrás de paredes. Gracias a algoritmos avanzados de inteligencia artificial, esta técnica ofrece imágenes y mapas de alta resolución sin necesidad de cámaras tradicionales. En este artículo profundizaremos en su funcionamiento, aplicaciones prácticas y los retos éticos asociados, revelando el impacto potencial de este avance.
Funcionamiento de la tecnología
Este innovador sistema emplea routers WiFi convencionales para emitir señales que atraviesan muros y se reflejan en objetos y organismos. Al analizar las variaciones de amplitud y fase de las ondas recibidas, complejos algoritmos de aprendizaje profundo reconstruyen imágenes y mapas espaciales con notable precisión. El proceso incluye varias etapas fundamentales:
- Emisión y recepción: Los routers envían pulsos WiFi y capturan los ecos rebotados.
- Registro de variaciones: Se miden cambios en intensidad, fase y tiempo de llegada.
- Procesamiento con IA: Redes neuronales filtran ruido y modelan la geometría interna.
- Generación de visualizaciones: Se crean mapas 2D o 3D que reflejan la posición de objetos y personas.
Aplicaciones y desafíos
La capacidad de ver a través de paredes ofrece ventajas en múltiples sectores. En operaciones de búsqueda y rescate permite localizar víctimas en escombros de forma remota, en salud facilita el monitoreo continuo de pacientes sin dispositivos invasivos y en seguridad ayuda a detectar intrusos en tiempo real. Sin embargo, también surgen preocupaciones y obstáculos técnicos:
- Privacidad: Riesgo de vigilancia no autorizada y vulneración de espacios privados.
- Interferencias: Obstáculos metálicos o estructuras densas pueden degradar la señal.
- Regulación: Falta de normas claras para el uso ético de información biométrica.
- Costo y escalabilidad: Adaptar la tecnología a entornos reales aún implica inversiones importantes.
Los investigadores del MIT han demostrado que las redes WiFi pueden convertirse en sensores capaces de penetrar paredes y reconstruir escenas ocultas con sorprendente fidelidad. Este avance abre posibilidades en ámbitos como la seguridad, la asistencia médica o el rescate, aunque también plantea importantes dilemas de privacidad. A medida que evolucione, será clave establecer regulaciones éticas y técnicas que garanticen un uso responsable.